PATIO DE CUADRILLAS Para sentirme detective francés me
bastan Leblanc y Simenon. Con Camus y Durás estoy sobrado para ser galán en
Argelia o Indochina. Lo aventurero me brota con Dumas o Verne. Renoir y Monet
me llenan de luz con sus pinceles; Meliès
y Cocteau con sus películas en blanco y negro. Massenet y Bizet me
levantan en vilo musical.
CIELO ANDALUZ Pero haber escuchado La
Marsellesa entonada por miles en Arlés fue como recibir una segunda Patria. Uno
de los tesoros de mi memoria profunda es la voz y rostro de Mireille Mathieu
cantando La Marsellesa, así que fue un milagro cuando sentí que ella había
llegado a Les Arenes de Arlés desde años atrás
y había cantado en el coro arlesiano.
PITÓN IZQUIERDO
Uff, uff, y uff. El Juli había intuido el carácter
de su primer toro para formarle la personalidad haciendo uso de su valor y técnica
e imaginó la faena con su creatividad. Luego con el conocimiento de los terrenos
y de las condiciones particulares de la arena oval (Arles fue construida para gladiadores
y bestiarios, en el Siglo II, A.D.), toreó como siempre lo ha hecho, como pocas
veces lo he visto y también como nunca antes y eso con el mismo toro.
PITÓN DERECHO Cuando paseaba la oreja (falló
con el estoque), un disneylandés brincó la barrera y forcejeó para arrebatarle
el capote con que El Juli había pintado hacía quince minutos, uno de los
ramilletes de chicuelinas más hermosos de la creación.
PITÓN IZQUIERDO Entonces el tazón oval de
Les Arenes de Arlés que había iniciado el abucheo, pasó de la estridencia de silbidos
y gritos de rechazo al retumbo multitudinario de La Marsellesa.
PITÓN DERECHO ¡Qué transmutación de una
arena de toros a una asamblea de identidad nacional! El Día de Gloria había
llegado. Nos enseñaron los arlesianos que se puede blindar la tauromaquia con
un clamor que al mismo tiempo sea la muralla de la identidad.
PITÓN IZQUIERDO En la Marsellesa el cantor
se pregunta ¿Qué quiere esta horda de
esclavos? Y nosotros preguntamos, ¿Cuál es el grito sin pulmones de esa
runfla de disneylandeses?
PITÓN DERECHO Recordemos que el Mediodía de
Francia es taurino. Al Norte, en los parajes parisinos las corridas están
prohibidas, pero al sur hace casi cien años el Presidente Gastón Doumergue
autorizó su práctica, propiciando que las fiestas de júbilo vernáculo se
transformaran en concentración pública para apretar la identidad regional.
SALIÉNDOME DE
LA SUERTE La
Suite L´Arlésienne, de Bizet tiene algunos aires regionales que no son de su
autoría, pero que vienen al caso. Recordamos la Danza de los Caballos Fogosos.
REGRESANDO AL
TORO Cuando
escuchamos la Marsellesa nos pareció ver los caballos fogosos en tropel sobre
las marismas de La Camarga, dispersándose como motas blancas fugaces en una exploración
hecha para descubrir el misterio de la tauromaquia y arraigar la identidad regional.
Órale.
PITÓN IZQUIERDO Primo Thomy sí estuvo en les
gradins aux les arenes de Arlés, nosotros nos asomamos por la pantalla
del celular diminuto. Decisiones de la Fortuna. Por mi lado, recuerdo el Padre
Nuestro colectivo elevado por miles en la Vicente Segura, de Pachuca, en
ocasión de la atroz cornada que recibió Silis cuya vida estuvo en peligro.
RECORTE FINAL También vibré con aquel
Himno Nacional en el centenario de la constitución mexicana, entonado en la
Plaza México y que me pareció más que coro republicano un canto bravío contra Donald
Trump (Naranja y Henequén), quien por aquellos días había vociferado la
inminencia de El Muro. Órale.
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